lunes, 5 de abril de 2010

De semanas santas y no tan santas

Después de más de un año vuelvo a escribir aquí.

Mi vena sociológica no me permite dejar pasar desapercibida la reciente semana santa, conmemoración que une a millones de personas a lo largo del mundo, recuerdo doloroso de un calvario de un tipo cuya existencia es de por sí dudosa, cuanto más se asemeja su historia a un collage de historias que le dieron forma.

Pero más allá de eso puedo notar que la fe ciega a las personas. Vi en uno de los poco confiables noticiarios de la televisión mexicana toda una cobertura especial de la representación anual en la delegación Iztapalapa en el Distrito Federal. Me parece increíble que esa misma gente que padece, entre otros males, la violencia, la inseguridad, la escasez de agua... sea capaz de entregarle a la voluntad de uno de tantos dioses su porvenir, su fe y su entereza.

Ya lo dijo Friederich Nietzche: "El cristianismo no es más que un platonismo vulgar". El día que esas palabras sean entendidas veremos que nuestras semanas santas no lo son tanto, que ese cristo redentor no es más que la condensación de un montón de historias y leyendas que cuando se institucionalizó (como todo lo que se institucionaliza) se volvió vulnerable, corrompible y altamente detestable, pero allá el vulgo y sus creencias...

1 comentario:

Carolina S.C. dijo...

:o voy a hacerme tu fan por aqui!!! siii